jueves

.9.





Perpetuar no me es difícil, sin embargo reconozco que nada hay tan complejo
como el compromiso.

Ciertas historias cuentan ya indiscutibles años.
Sin embargo, comprender el progresar de sus semillas vibratorias,
observarlas brotar hasta abrigar la tierra huraña
con un lienzo ocre, prontamente desplegarse inquiriendo monte,
y así acabarse en espigas,
dar flor y cederse dúctilmente a la oblación
que llega en el tajo del hocino
continúa pareciéndome un milagro.